asegurando la inocuidad y la salubridad de los alimentos
Profundamente comprometidos con una política orientada al mejoramiento continuo de la calidad, Molino Olavarría se encuentra en la fase final de su certificación de BPM (Buenas Prácticas de Manufactura) mediante un convenio originado entre INTI y la Facultad de Ingeniería de Olavarría.
Las Buenas Prácticas de Manufactura – BPM son una herramienta de gran importancia para la obtención de productos seguros para el consumo humano: la inocuidad de los alimentos es una característica de calidad esencial y engloba acciones encaminadas a garantizar la máxima seguridad, abarcando toda la cadena de alimentación, desde la producción hasta el consumo con la finalidad de preservar la salud de los consumidores, previniendo enfermedades de transmisión alimentaria.
A partir de la creación del Codex Alimentariux, que fuera instituido por la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) para desarrollar normas alimentarias y reglamentos, todos los productores interesados en participar del mercado global deben contar con la certificación de BPM, que realiza estrictos controles sobre la materia prima, la higiene del establecimiento y del personal, la higiene en la elaboración, el almacenamiento y transporte de materias primas y producto final y los procesos de producción.
Para cumplir con todas estas exigencias, la empresa debió realizar tareas de acondicionamiento edilicio que comprendieron cambios de vidrios por policarbonatos, mejoras en el comedor y vestuario y la obra de filtro sanitario.
Continuando con las medidas de seguridad e higiene se capacitó a todo el personal en Manipulación de Alimentos y para lograr una mayor eficiencia en la logística, se construyó un galpón para almacenar los envases y otro para la descarga de cereal, se pavimentaron calles y se modificó la forma de estibado, realizando la compra de un autoelevador.